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UC - Críticas

País: USA.

Año: 2014.

Duración: 102 min.

Género: Comedia dramática.

 

Dirección y guion: Theodore Melfi.

Producción: Peter Chernin, Theodore Melfi, Fred Ross y Jenno Topping.

Música: Theodore Shapiro.

Fotografía: John Lindley.

Montaje: Sarah Flack y Peter Teschner.

Diseño de producción: Inbal Weinberg.

Vestuario: Kasia Walicka-Maimone.

Distribuidora: eOne Films Spain.

 

Estreno en España: 12 Diciembre 2014.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 7 años.

Interpretación: Bill Murray (Vincent), Melissa McCarthy (Maggie), Naomi Watts (Daka), Chris O’Dowd (Geraghty), Terrence Howard (Zucko), Jaeden Lieberher (Oliver).

 

LO INCUESTIONABLE DE SER BILL MURRAY


Solvente comedia dramática al servicio de un Bill Murray entregado que (de sobra lo sabe) es capaz de construir un personaje como este Vincent sin necesidad de mucho método. Está en su sangre, lo lleva en el alma, aunque no por eso es más fácil hacerlo. Theodore Melfi lo sabía y movió cielo y tierra hasta que consiguió que el gran Murray aceptara protagonizar este el relato tantas veces contado sobre un viejo amargado de tierno corazón. Eso sí, la jugada le funciona y su ópera prima le sale, si no redonda, muy competente y bienintencionada.




SINOPSIS: Vincent (Bill Murray) es un viejo amargado y alcohólico que vive en Brooklyn ahogado por las deudas del juego. Un día se muda a la casa de al lado una madre divorciada (Melissa McCarthy), que le pedirá a su nuevo vecino que haga de canguro de su hijo pequeño, Oliver.  Enseguida el niño y el viejo entablarán una poderosa amistad.


 

Bill Murray se interpreta a sí mismo, y aunque parezca fácil decirlo, no es fácil interpretar a Bill Murray. Él lleva mucho tiempo haciéndolo y sabe que el demonio se esconde en los detalles. Y este actorazo, que es un diablillo en sí mismo, tiene muy calados a los Scrooges de ‘Los fantasmas atacan al jefe’, ‘Flores rotas’, ‘Life aquatic’ o ‘Lost in translation’. Los detalles de este Vincent juegan un poco más con los excesos, tanto los crapuleros como los más sensibleros. Afortunadamente ahí están Melissa McCarthy y Naomi Watts para poner un poco de compensación. Sobre todo Watts, con ese descacharrante rol de prostituta de Europa del este deslenguada y embarazada.



Aún con todo, con ‘St. Vincent’ uno no puede evitar tener la sensación de que esta historia ya la hemos visto: la de la redención del viejo amargado a través de los ojos inocentes de un niño. Y aunque en su desarrollo al bueno de Melfi se le quedan un par de cabos sueltos y cierta obcecación puntera hacia el santoral, lo cierto es que juega bien sus cartas y le sale una película resultona y de agradable visionado.




UC (Manu Cabrera).

TRAILER